lunes, 4 de junio de 2018

Maria Victoria Moreno. Otra valenciana ilustre


El Periódico Extremadura publica la siguiente semblanza de la escritora de origen extremeño Mª Victoria Moreno. Escritora de literatura infantil y juvenil que nación en Valencia de Alcántara pero que desarrolló su carrera como profesora y escritora en Galicia. El proyecto Patios Contados, organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Valencia de Alcántara, le rendirá merecido homenaje en la primera de las sesiones con un recital de poesía a cargo de todos aquellos que deseen leer alguna de sus obras. El grupo gallego Xardin  Desordenado cerrará el evento musicando alguna de sus obras.

Nacida en Valencia de Alcántara (Cáceres) en mayo de 1939, María Victoria Moreno, la autora a la que este año se le dedica el Día das Letras Galegas, nunca se consideró una escritora alófona. Asumió el gallego como lengua propia y llegó a ser vigilada por el franquismo por impartir clases clandestinas en este idioma. «Su historia de amor con el gallego, como a ella le gustaba llamarle, empieza en Lugo», destaca la escritora Montse Pena, autora de A voz insurrecta. María Victoria Moreno, entre a literatura e a vida, una biografía sobre esta escritora de literatura infantil y juvenil que llegó a Galicia en 1963 cuando su marido, José Luis Llácer, fue contratado en el Colegio Santiago Apóstol de la ONCE en Pontevedra.
Aunque residiría en la ciudad del Lérez durante 40 años, el contacto iniciático de María Victoria Moreno con Galicia y su lengua se produce en Lugo, ciudad en la que toma posesión el 1 de noviembre de 1965 como profesora de Lengua y Literatura Española en el Instituto Masculino. Montse Pena recuerda que allí se forjaría su estrecha amistad con el que fue presidente de la RAG, Xesús Alonso Montero, germen de su interés por el gallego y por la literatura gallega, como el propio catedrático destaca en declaraciones a Europa Press.
«Hay que poner el acento en que no es gallega. Era forastera y, además, de familia franquista», apunta Montero, que destaca el compromiso de la autora de Anagnórise con el idioma de Galicia. «En Lugo estableció contacto conmigo, con Xesús Rábade, con Amable Veiga..., y empieza a darse de cuenta de que hay, como mínimo, dos Galicias: la de los que hablan en castellano y la de los que hablan en gallego», explica. «Ella dijo que llegó a interesarse por cultivar el gallego en Lugo, pero siempre matizaba que su compromiso con el gallego fue por ser la lengua de los pobres», explica Montero, que destaca que María Victoria Moreno decidió «defender, elogiar y reivindicar» la lengua gallega.
Su relación con el gallego sería tal que desde 1971 escribiría principalmente en esta lengua. En esas fechas y después de su traslado a Pontevedra, ya estaba preparada para dar clases en gallego. «María Victoria Moreno trabajó en varias asociaciones culturales impartiendo desinteresadamente cursos de gallego», señala la autora de la biografía A voz insurrecta, publicada por Editorial Galaxia. Esta tarea la llevaría a cabo en asociaciones culturales a lo largo de varios años. Además, también llevaría sus conocimientos de la lengua gallega a las aldeas, donde en ocasiones impartía clases clandestinas en iglesias con la colaboración de algunos curas.
Esta labor docente, señala Montero, estaba «mal vista por la gente mal pensada» y también por la policía, que «la tenía en el punto de mira». En efecto, en el año 1973 el régimen le retiró el pasaporte, impidiéndole uno de los pocos derechos que los ciudadanos tenían en aquel entonces, el de viajar. Pero también «el de huir», como apunta el catedrático. Pese a tener el pasaporte retirado y figurar, junto a su marido, en una lista negra de profesores, Moreno siguió «fiel a su compromiso cívico» y en ese mismo año, en 1973, saldría a la luz su primera obra en gallego Mar Adiante.

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